lunes, 21 de octubre de 2013

Miedo...

(...)
- Miedo a perderse algo, miedo de perder algo.
- Miedo a haber estudiar la carrera equivocada, miedo de abandonar los estudios. Miedo a la vida después de los estudios universitarios, miedo a llevar la vida de los estudiantes que tardan demasiado en terminar la carrera.
- Miedo a haberse arruinado la vida por no haber terminado el instituto, miedo de que hubiese sido mejor aprender algo más tangible.
- Miedo a ser becario toda la vida, miedo de que la beca que uno esta haciendo no lleve a nada más.
- Miedo de acabar en el empleo equivocado, miedo a no encontrar trabajo.
- Miedo al jefe, miedo a ser alguien que le tiene miedo al jefe.
- Miedo a hablar demasiado, miedo a decir muy poco.
- Miedo a dar una impresión negativa, miedo a no dar ninguna impresión.
- Miedo al próximo puesto de trabajo, de nuevo temporal, miedo a no tener siquiera puesto de trabajo. Miedo a tener demasiado trabajo, miedo a no tener nada de trabajo.
- Miedo a las condiciones inestables, miedo a caer bajo la rueda.
- Miedo a los retos, miedo a no tener nunca ningún reto que cumplir. Miedo a venirse a pique, miedo a no poder subirse nunca al tren.
- Miedo a fracasar, miedo al éxito.
- Miedo al estrés, a la tendinitis, a la hernia discal, al exceso de diversión, al hedonismo, a la pérdida de conexión con los demás.
- Miedo al síndrome del quemado, miedo a aburrirse.
- Miedo al aumento de los costes, a la negociación salarial, a que ni siquiera haya una negociación.
- Miedo al compromiso, miedo de no llegar nunca a él.
- Miedo a la dependencia económica, miedo a la independencia económica.
- Miedo a quedar embarazada, a embarazar a alguien, miedo a no tener nunca hijos.
- Miedo a ser como nuestros padres, miedo a tener menos que nuestros padres.
- Miedo a ser un pijo, miedo a no poder permitirse nunca una propiedad.
- Miedo a perder el tiempo, miedo a no haberlo intentado jamás.
- Miedo a parecer una puta, miedo a no ser lo suficientemente sexy.
- Miedo a ser abandonado, miedo a que todo se vuelva aburrido.
- Miedo de parecer un cobarde, miedo de comportarse como un imbécil.
- Miedo a ser rechazado, miedo a dejar pasar el amor verdadero.
- Miedo a intentarlo y fracasar, miedo a no haberlo intentado.
- Miedo al calentamiento global y a la escasez de petróleo, miedo a las inundaciones y a las hambrunas, miedo a que viajar se vuelva muy caro. Miedo a convertirse en adulto, miedo a no poder convertirse en un adulto propiamente dicho.
(...)
Dejad de lloriquear

lunes, 7 de octubre de 2013

Doy la vez con Dejad de lloriquear de Meredith Haaf

Pues ahora me toca a mi proponer lectura. Creo que Bea os adelantó ayer... Me apetece mucho, mucho compartir con vosotros un libro que desde que supe de su existencia me apeteció leer. De esos que el nombre te despiertan las ganas de saber algo más de él. Además, viniendo de Alpha decay la cosa prometía. Así que al recibir el newsletter de la editorial leí esta reseña:

«Mi generación lo ha tenido todo, aunque muy poco que esperar. Ha crecido con más bienestar y ofertas de información y de movilidad que todas las generaciones que la precedieron. Es una generación con una juventud dorada, cuyas perspectivas de futuro a corto y largo plazo son todo menos brillantes.»


Todo estaba dicho, lo quería leer. Seguí leyendo:

Dejad de lloriquear. Sobre una generación y sus problemas superfluos es un análisis concienzudo de la generación de los nacidos en la década de los ochenta del siglo XX. Sus miserias, sus bondades, sus virtudes y sus defectos analizados con pragmatismo, gracia, inteligencia, objetividad, pasión, desgana, mala leche y afecto por una autora nacida en 1983. La alemana Meredith Haaf se enfrenta a los prejuicios sobre su generación (los mal llamados ninis o Generación Perdida) para trazar el retrato de un puñado de jóvenes atrapados en carreras estudiadas por conveniencia, becas prolongadas indefinidamente, precariedad sentimental y laboral, falta de conciencia política y social y nostalgia de una infancia acogedora y segura. Aquellos que vinieron al mundo en algún momento de los años ochenta y sólo conocen el socialismo real gracias a los relatos de sus padres o a clases de historia dadas chapuceramente, y cuya juventud transcurrió entre la caída del Muro, la burbuja de los New Media y el 11S.

Este libro es un aullido en el mullido oído de una generación que debe dejar de lado la apatía, la queja ante un estado de cosas supuestamente irreversible y el lloriqueo improductivo para recoger el testigo con idealismo, sentido de la responsabilidad y conciencia social y política en uno de los momentos históricos más sombríos y desoladores de nuestra historia reciente.


Y decidí que se lo iba a regalar a mi hermano. Ese pequeñín de 30 años al que enseñé a caminar y al que siento cada vez más cerca... Despertando, queriendo ver o "dejar de lloriquear" y sobre todo, de actuar!!!!

Por supuesto LE ENCANTÓ!!! y seguidamente me lo dejo para que lo leyera yo, pero últimamente no saco tiempo ni cabeza para leer... así que lo leyó Armando: LE ENCANTÓ!!! Y por fin este verano decidí colarlo entre "los afortudanos" a viajar en mi mochila vacacional.
Lo empecé a leer: ME ENCANTÓ, lo segui leyendo ME SUPER ENCANTÓ!!!

Espero que sintáis lo mismo y os guste la reflexión que su autora de 30 años hace sobre su generación y por cercanía de la de la mayoría de nosotros. Cuanto menos, es un libro que nos dará para reflexionar… y mucho!!!
Tengo el ejemplar que regalé a mi hermano, os lo puedo prestar. Y como le contaba a Bea, voy a comprar otro para mi, que también os puedo dejar. No creo que esté en las bibliotecas todavía, aunque lo mismo nos llevamos una sorpresa.

Os dejo aquí el enlace del libro

http://www.alphadecay.org/libro/dejad-de-lloriquear


Nos contamos el 10 de noviembre. Entre tanto: feliz lectura!!!

Ana